También se demostró que
las flores tienen un efecto positivo a largo plazo. Al tener contacto con
ellas, hubo una
disminución de emociones
negativas como la depresión o ansiedad en las personas estudiadas.
Regalar flores es un gran gesto, es emocionante y a la vez
tierno, es gratificante y a la vez atrevido. No sólo es una experiencia
incomparable para la persona que las recibe, le estás dando un cachito de
felicidad a su día y a su vida. El precio de un arreglo floral no se compara en
lo más mínimo con la infinita felicidad que brindas.